El jefe de la Dinapen Cuenca, Christian Bonilla, conoció
que en la intersección de las calles Lagartococha y Patoquinoas se
realizaba una supuesta fiesta en la que menores de edad consumían licor,
por lo que remitió personal a constatar la denuncia.
Al llegar al lugar pasadas las 17:00 del sábado,
verificaron que en el interior de una vivienda se llevaba a cabo un
baile clandestino.
Al mando de la Dinapen, agentes de la Unidad de Policía
Comunitaria, UPC, llegaron al sector, donde se encontraban “adolescentes
en situación de riesgo”, señaló Bonilla.
Datos
Tras una inspección, recuperaron a los 36 menores de edad,
retiraron a 12 adultos y registraron las pertenencias de los
asistentes.
Además, los agentes de seguridad decomisaron bebidas alcohólicas.
Al consultarle a la propietaria del inmueble sobre la
fiesta, manifestó que se trataba de la celebración de una confirmación y
que además se encontraba con sus hijos de ocho y cuatro años de edad,
así como su sobrina de nueve años.
Personal de la Dinapen, recomendó no repetir estas acciones ni exponer a los menores de edad a dichas situaciones de riesgo.
Los menores de edad fueron entregados a sus padres o representantes legales.
Norma
El artículo 396 del Código Orgánico Integral Penal, COIP,
establece que la venta de licor a menores de edad está considerada una
contravención de cuarta clase y es sancionada con pena de privativa de
libertad de 15 a 30 días.
Además el dueño del local tiene que pagar una multa de 100
dólares si es la primera vez que es descubierto cometiendo la
infracción, pero si es reincidente debe cancelar 150 dólares, se
clausura el local y debe ir detenido.
Un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos, INEC, efectuado el 2010, expone que 912.000 ecuatorianos
consumen alcohol en el país.
De este universo, un 2,5 por ciento son adolescentes entre 12 y 18 años. (FCS) (I)
Fuente: http://www.eltiempo.com.ec